PAULINO TORIBIO
RESPONSABLE EDITORIAL
TEATROS DEL CANAL. MADRID. 25.07.2022
Un nuevo espectáculo de María Pagés siempre es una incógnita, un laberinto de sensaciones, una tremenda fuerza creadora que se abraza a la danza y a la música, a la percusión, a los sonidos y gritos primarios, al cante, allá donde se encuentre el origen del arte. María Pagés nos descubre, nos despierta, nos moviliza, nos renueva.
En SCHEREZADE, junto a diez bailaoras jóvenes, virtuosas, candentes, mantiene su temperamento y su genialidad y se muestra como una artista que renace. Maestra y discípulas en un “mano a mano”, con la sabiduría de la experiencia y el nuevo recorrido de la sabia joven. La Pagés sabe que la vida es un constante fluir de corrientes que van y vienen y ella está ahí para mostrarnos el amor y el desamor, la confianza y el miedo, la pasión y el dolor, la memoria y el olvido. Como nos dice el poeta y gran estudioso del flamenco Félix Grande, “la memoria…es también la cadena que sujeta los perros de la vida, y el sarmiento que anuda a la gavilla, que nos calentará las manos”.
María Pagés esboza con sus brazos eternos la inmensidad del tiempo y traza círculos y meandros para acapararlo entre sus brazos, consciente de que un pequeño gesto es suficiente para sentir el sueño de lo inimaginable y entregarse a un abismo.
Su naturaleza de barro, siempre en transformación, crea esculturas, ondas, silencios, perfumes.
Siente la energía de la mujer y se entrega a sus discípulas para asimismo reconvertirse, retroalimentarse, sentir la savia que trasciende de su propio cuerpo y a través de la tierra irradiar sabiduría.
La palabra, con los libros en alto, igual que trofeos, igual que cálices a los que venerar y adorar.
Porque la vida es palabra, movimiento, ondas en continua desazón.
Porque la vida es lucha, traición, desigualdad, violencia desatada y fuego.
Y derrota.
Y volver a empezar.
Los textos de El Arbi El Harti, siginificativos, voluptuosos, serenos, llenos de una musicalidad intrínseca
“La luna escibe poemas
de limón y agua fresca”
Y el eterno femenino en Sherezade
“Soy fuego y luna
Vengo de un secreto viejo
Soy hija de la fortuna
La memoria de las dunas
conoce mi relato añejo”
El Arbi, conocedor de que la mujer es ungüento, fertilidad, sueño
“Vamos a tomar el té
amargo de la esperanza
La leyenda de la pasión
es nuestra”
Conocedor de la fuerza de las palabras, de su evocación, de su inmensidad
“ Buscaban el libro de los mares,
Como niñas descubriendo el color de sus ojos
Y se purificaban en sus espumas”
Y de la fortaleza de la mujer
“Deshacían los muros con su aliento de clavel”
Al final, la esperanza prevalece y “El horizonte entreabre sus pestañas”
“ Mi cuerpo es un abanico
De viento, fuego y agua.
Busco en mis playas blancas
El secreto de los mitos”
Con la música original de Rubén Levaniegos, Sergio Menen, David Moñiz y la propia Pagés. Rubén Levaniegos ese joven guitarrista que dibuja en el aire caminos de ida y de retorno y encrucijadas, con naturalidad y vuelo, junto al también guitarrista Isaac Muñoz, el cello de Sergio Menen, directo, firme, pasional, el violín sutil de David Moñiz, la percusión motivadora de José María Uriarte y las voces sugerentes y plenas de las cantaoras Ana Ramón Muñoz y Cristina Pedrosa que nos hablan mas allá de los textos. Ya nos dice Caballero Bonald que “el cantaor no inventa, recuerda”.
El Teatro puesto en pie al final de la representación, movidos por un impulso natural de reconocimiento, incluidos la familia real al completo que optaron por acudir al evento como un espectador mas.
Espectáculo redondo, magistral, como nos tiene acostumbrados la bailaora, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022.
Paulino Toribio
(Fotos ©David Ruano)
foto: LUIS_DALVAN©
El pasado lunes 8 de mayo, en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, Jordi Savall y su “Le Concert des Nations” presentaron, como parte del “Ciclo Sinfónico 2022-2023”, su “Homenaje a la Tierra: Tempestades, Tormentas y Fiestas Marinas en el Barroco Europeo”. Piezas de Jean-Féry Rebel, “Les Éléments”; Marin Marais, “Airs pour les Matelots et le Tritons”; George Philippe Telemann, “Wassermusik, Hamburger Ebb´und Flut” y Jean-Philippe Rameau, “Orages et tonnerrees”.
Desde que en 1968 se trasladó a Suiza para ampliar su formación en la “Schola Cantorum Basiliensis”, el músico barcelonés ha dedicado su vida a reivindicar la de un instrumento antiguo casi olvidado, la “viola da gamba”, instrumento muy utilizado entre finales del siglo XV y las últimas décadas del siglo XVIII, y a defender y a hacer latir el corazón de la “Música Antigua”, contra cuyo abandono por parte de las instituciones españolas ha luchado hasta llegar a rechazar el Premio Nacional de Música de 2014 en señal de protesta por la incapacidad del Estado para valorar nuestro patrimonio musical.
En el programa de mano de su grabación en Alia Vox de “Los elementos “ de Rebel, advierte, respecto al preocupante cambio climático: “La tierra será lo que hagamos de ella. Puede la música recordárnoslo, con sus tempestades y tormentas” (“El Español; el Cultural”).
Jordi Savall (“El Confidencial”) es un “arqueólogo” de la música. Su mirada se dirige al pasado para en él recuperar obras perdidas, tesoros escondidos, y estudiar las circunstancias en las que se crearon. Nos dice: “En una pintura del Siglo XVII, que ha estado en una iglesia durante doscientos años, los colores se han ido deteriorando por el paso del tiempo. Están más apagados y oscuros. No se puede percibir el tono original. Y ahora, desde hace algunos años, se ha encontrado una técnica para limpiar estas pinturas. Y han salido a la luz colores maravillosos que estaban escondidos por el humo del tiempo. Escuchar una partitura de Bach, Mozart o Beethoven con los instrumentos de su época es como descubrir estos nuevos colores, que son muy diferentes a los que conseguimos ahora con una orquesta moderna”.
Y añade: “ Durante siglos se ha pensado en la historia de la música como si fuera un camino de progreso. Se llegó al tiempo de Beethoven pensando que Haydn, Mozart y Beethoven eran los mejores compositores de todos los tiempos; y que todo lo que se había hecho antes no valía nada. Esto cambia en 1829, cuando un joven director y compositor, Félix Mendelssohn, dirigió por primera vez “La pasión según San Mateo” de Bach. La gente quedó asombrada al escuchar una obra con más de cien años y con esa belleza. En aquella época se pensaba que todo lo que se hacía era mejor que lo anterior.”
La presencia de Jordi Savall, su pulcra figura, negra inmaculada, su cabeza y su rostro, en los que el tiempo se ha hecho escultor, nos recuerda como en lo antiguo vive lo moderno y en el presente habita el pasado. Savall nos advierte de que vivimos deslumbrados por las músicas pop, en un mundo lleno de espectacularidad y de superficialidad. Un mundo en el que hemos perdido el contacto íntimo con la esencia del alma y la belleza, que son muy frágiles. Vivimos una vida en la que ir despacio parece territorio para ancianos, enfermos, deprimidos y cansados. Una vida que parece una “carrera” en la que es preciso “correr” para no sufrir el riesgo de quedar rezagado y de convertirse en un viejo prematuro.
“Donde no hay lentitud no puede haber pensamiento medianamente serio y fiable. Si queremos vivir al mismo ritmo que las máquinas el pensamiento colapsa. Vamos demasiado deprisa, demasiada información, “zapeando” la vida…” (Luis Landero).
Los movimientos de Jordi Savall son un canto a la calma, a la lentitud para, desde ella, saborear las cosas de la vida y cuidar nuestro entorno como el escenario de ésta. Son una advertencia ante el “allegro” forzado e impuesto que canta sólo a la energía, la salud, el entusiasmo, la curiosidad y la vitalidad.
Jordi Savall: “El despacioso”.
Luis Melián – 13 de mayo 2023
LUIS MELIÁN
"...Los movimientos de Jordi Savall son un canto a la calma, a la lentitud para, desde ella, saborear las cosas de la vida y cuidar nuestro entorno como el escenario de ésta. Son una advertencia ante el “allegro” forzado e impuesto que canta sólo a la energía, la salud, el entusiasmo, la curiosidad y la vitalidad. ..."